Alarcón y los muertos de Evo

Posted on 20/08/2009

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Los motivos me parecen bajos. El “yo no fui” como instrumento político de descalificación del rival me parece de lo más asqueroso. Y sin embargo, Carlos Alarcón en esta columna no deja de tener razón en una cosa.

Al gobierno del MAS le caracteriza la doble moral. Cuando los delitos los cometen los que ellos consideran son sus enemigos los actos son despreciables, aborrecibles y deben condenarse de la manera más dura posible. Pero cunado los cometen los suyos, sus aliados o sus sátrapas, resulta que son actos de heroísmo revolucionario. La sangre derramada por los gobiernos tildados de neoliberales vale mucho más para los gobernantes actuales que la sangre derramada por ellos mismos.

Adicionalmente, hay nomás que admitir que el gobierno de Carlos Mesa fue el menos sangriento en mucho, mucho tiempo, y sostengo que el derrocamiento de don Carlos D. fue pura y llanamente un golpe de estado, aunque lastimosamente no basta eso para calificar esa gestión de buena. La inhabilidad para ensuciarse la camisa fue la que los llevó a la perdición.

Pero sí, el doc Alarcón tiene razón, el amigo Sacha no tiene ya moral alguna para hablar de muertos, ni mucho menos de engaños democráticos. Los derechos humanos se deben defender independientemente de la ideología de la víctima. Otra cosa es lo que hace, y ya hacía antes de ser poderoso, Sacha: lo suyo siempre fueron los Izquierdos Humanos.

 Esteban